FRESNO, Calif. (KSEE/KGPE) – Un estudio realizado por la Universidad de Stanford advierte que los bosques de coníferas de la Sierra Nevada corren el riesgo de quedar atrapados en hábitats con altas temperaturas en las cuales no podrán sobrevivir.

Quienes trabajaron en el estudio han determinado que los árboles coníferas nativos de las más bajas elevaciones en la cordillera de la Sierra Nevada de California están en lo que ellos han denominado como un ‘clima irreconocible.

El estudio reveló que cerca de un cinco por ciento de los bosques de coníferas de la Sierra Nevada se consideran incompatibles con el clima cálido de sus regiones.

El artículo que fue publicado el mes pasado, destaca cómo los llamados “bosques zombi” están engañando temporalmente a la muerte y es probable que sean reemplazados por especies de árboles que se adaptarán a las nuevas condiciones luego de uno de los cada vez más frecuentes y catastróficos incendios forestales de California.

Este estudio proporciona una base sólida para comprender dónde es probable que ocurran las transiciones forestales y cómo eso afectará los procesos futuros del ecosistema, como los regímenes de incendios forestales.

AVERY HILL, AUTOR PRINCIPAL DEL ESTUDIO

Avery Hill quien es estudiante de posgrado en biología en Stanford, dirigió un estudio relacionado en noviembre de 2022, el cual expuso cómo los incendios forestales han acelerado el cambio de rango de los árboles occidentales.

El Instituto Stanford Woods para el Medio Ambiente define los bosques zombi como ecosistemas que alguna vez fueron prósperos y que ahora luchan por adaptarse al cambio climático y representan un factor de alto riesgo de incendios forestales catastróficos.

Los investigadores dicen que las coníferas de la Sierra Nevada, como el pino ponderosa, el pino de azúcar y el abeto de Douglas, se encuentran entre los seres vivos más altos y masivos de la tierra. Han observado cómo las temperaturas a su alrededor se han vuelto más cálidas en un promedio de dos grados Fahrenheit desde la década de 1930.

Además, los expertos dicen que en los últimos años esa área ha visto una ola gigante de nuevos residentes humanos atraídos a las elevaciones más bajas de Sierra Nevada por países espectaculares, estilos de vida relajados y asequibilidad relativa.

Dada la gran cantidad de personas que viven en estos ecosistemas y la amplia gama de servicios ecosistémicos que otorgan, deberíamos considerar seriamente las opciones para proteger y mejorar las características que son más importantes.

CHRIS FIELD, COAUTOR DEL ESTUDIO.

El estudio afirma que la combinación de un clima más cálido, el aumento de las construcciones y un historial de extinción de incendios han alimentado incendios forestales, los cuales se han vuelto cada vez más destructivos, “haciendo que comunidades como Paradise y Caldor sean sinónimos de la furia de la Madre Naturaleza”.

Los expertos dicen que la velocidad del cambio de temperatura ha superado la capacidad de muchas coníferas para adaptarse o cambiar su rango, lo que las hace altamente vulnerables a un reemplazo, especialmente después de los incendios forestales que despejaron los bosques.

Según el estudio, el 20% de todas las coníferas de la Sierra Nevada no se adaptan al clima que las rodea. La mayoría de esos árboles se encuentran por debajo de una altura de 2,356 metros o 7,730 pies.

La expectativa es que la cantidad de coníferas de la Sierra Nevada que ya no se adaptarán al clima cambiante se duplique en los próximos 77 años.